Ante el reportaje publicado por Ciper Chile, el cual indica que los costos de los medidores inteligentes de electricidad serían pagados por los clientes, se ha generado polémica en torno a quien debería financiar la nueva tecnología.

 

La normativa vigente señala, al respecto, que desde septiembre de 2018 los tradicionales medidores de energía deben ser reemplazados por “artefactos inteligentes”, lo cual ya no será necesario que un técnico tome el estado de consumo eléctrico al domicilio del cliente, sino que se empleará esta tecnología de manera remota.

 

En tal sentido, ya no habrá cobros de arriendo por los aparatos antiguos, los cuales se encuentran obsoletos, situación que genera confusión y preocupación en los usuarios.

 

Pese a que se legisló sobre el tema en enero de 2018, aún no se vislumbra un consenso claro en el Parlamento, ya que, para el diputado (DC) Raúl Soto, según consigna el portal El Mostrador, esta es una situación “abusiva”, argumentando que la ley 21.076 no considera “ningún tipo de indemnización o compensación” a los usuarios por el cambio de los medidores.

 

Frente a esto, Rodrigo Castillo, presidente de la Asociación de Empresas Eléctricas, en conversación con Radio Cooperativa, sostuvo que “no hay ningún cobro adicional a la cuenta normal«.

 

En la misma línea, la empresa Chilquinta Energía, en su portal web, señala que “los medidores son tratados como cualquier otra componente de la red y sus costos, que son fijados por el Estado, son considerados dentro de los costos de distribución, sin que las empresas puedan efectuar cobros independientes”.

 

Cabe señalar que, según fuentes de la misma compañía eléctrica, en la región de Valparaíso ya existe una implementación de unos 8 mil dispositivos en hogares, oficinas y empresas.