Sobre las irregularidades conocidas por la opinión pública, el consejero Juan Arriagada, militante de la Democracia Cristiana, expresó que «existen algunas áreas en esta materia en donde no hay claridad absoluta respecto a cómo hay que proceder». 

El ex seremi de Gobierno señaló que los gastos en transporte son válidos, sobre todo para quienes viven en zonas alejadas del edificio de la Intendencia regional, pues «nadie ha dicho qué sistema alternativo hay, al comparar ese gasto acumulado  que, a mi juicio, se justifica plenamente con la locomoción colectiva disponible, que demora horas y horas, cómo podría funcionar el Core de esa forma». 

Por ende, para Arriagada, los cuestionamientos de la Contraloría sobre este punto son «injustos», ya que «la ley dice que hay que procurar las condiciones para ejercer dignamente el cargo, no veo a los cores viajando de otra forma». 

Por otro lado, para el falangista, los gastos de fondos públicos atribuidos a este organismo no son de su responsabilidad, porque «el Core no tiene manejo de peso alguno, ni siquiera tiene caja chica, todos los gastos, contrataciones, sueldos, honorarios, licitaciones, y otros gastos extraordinarios, los hace el ejecutivo del Gore, es decir, el aparato que depende de la Intendencia Regional, nosotros solo tenemos un secretario ejecutivo, algunas secretarias y asesores. Aquí ni un peso pasa por los escritorios del Core, además, se supone que todos los servicios se licitan y adjudican de acuerdo a las pautas que el ejecutivo del Gore establece».

Debido a este escándalo político, Arriagada explicó que la institución solicitó una reunión con Contraloría para que «nos orienten para mejorar o modernizar los actuales sistemas, para abaratar costos, arrojar mayor transparencia, ya que la filtración de estos controles hace daño ante la opinión pública». 

Por último, el ex seremi, junto con señalar que se formó una comisión investigadora al interior del Core para manejar este tema, expresó su parecer, declarando que «no es sano distraer a los 28 miembros del Core en temas como este y andar dando explicaciones que se pueden anticipar de forma transparente. Que todo el mundo sepa cuánto gana un core, cuánto se gasta y las contrataciones que se hacen y no se preste para malas interpretaciones o, como alguien insinuó, para vendettas políticas…Eso no es una sana práctica», finalizó.