Una imagen de un niño de siete años que se dedica a dibujar personajes de Dragon Ball y venderlos para costear sus útiles escolares, conmovió profundamente a Twitter y Facebook.

Y es que Ignacio aseguró que sus padres estaban cesantes, razón por la cual salió a la calle a vender en su improvisado puesto frente a una panadería en la comuna de Puchuncaví. El niño, oriundo de Quintero, declaró que el dinero también serviría para comprar su uniforme.

Un vuelco en el caso viral

Una mujer entregó la lista de útiles de Ignacio, sin embargo, su madre decidió aclarar todo. Según informó Cooperativa, ella trabaja vendiendo paltas, por lo que el menor tiene todo para asistir al colegio, vendiendo sus dibujos, a $100 cada uno, para comprar juguetes de Dragon Ball.

Ignacio es alumno del colegio El Faro y, según reveló su madre, no tiene necesidades económicas, pero, mediante las redes, no solamente se viralizó su situación, sino que también datos concretos para ir en su ayuda y críticas sociales al respecto, compartidos por la mujer que iba a ayudar al menor.