Desde el 18 de febrero, el acceso a las playas, ríos y lagos es libre y gratuito, así lo estableció la nueva ley promulgada por el Gobierno que tuvo, además, aprobación unánime en el Congreso, sancionado con multas a los dueños de propiedades privadas que colinden con los balnearios si no permiten el paso de todos para disfrutar del verano.

Pues bien, la ciudad costera de Pichilemu, ubicada a 182 kilómetros de Rancagua y a 126 de San Fernando, fue la primera en cursar una multa por infracción a esta nueva ley, ya que la familia Jaramillo, propietaria de un inmueble que conlinda con la playa Mónaco, expulsó a unos pescadores que afirmaron que el balneario es rico en recursos marinos y a turistas que querían visitar la zona.

Ante esto, la ministra subrogante de Bienes Nacionales, Alejandra Bravo, se hizo presente, junto con Carabineros, para permitir la entrada del público, teniendo que abrir, al menos, cinco portones de madera que la familia había instalado, según Ahora Noticias.

Un pescador de la zona, señaló a Radio Biobío, que «hace 40 años que estábamos esperando esto. Ahora podremos trabajar y dormir tranquilos. Pescar, bucear, sustentar a la familia». 

Por su parte, no se ha establecido cuánto deberán pagar los Jaramillo por infringir la ley, pues es tarea del Juzgado de Pichilemu, pero arriesgan una multa de 10 millones de pesos, constató el noticiero digital.