Los ascensores de Valparaíso siguen demostrando que son indispensables como transporte público de la comuna, tanto para los vecinos de los cerros, como para los miles de turistas que semana a semana llegan a la ciudad puerto.

Y es que durante el verano, el funcionamiento de los ascensores Cordillera y Espíritu Santo, los dos últimos inaugurados tras su respectiva remodelación, ha destacado por el alto número de pasajeros transportados, provocando una sinergia comercial tanto en el barrio puerto como en el cerro bellavista y sus alrededores.

Según el registro de la Municipalidad de Valparaíso, durante enero el ascensor Espíritu Santo alcanzó un peak de 21.729 pasajeros transportados, superando los números de diciembre, donde 20.512 personas utilizaron el mencionado ascensor, que comenzó a funcionar en octubre pasado.

En tanto, el ascensor Cordillera, que ya sorteó los problemas técnicos tras su inauguración en enero, se encuentra funcionando en completa normalidad. Y en el primer fin de semana de febrero completó 3.452 viajes, lo que ha provocado la satisfacción en el sector.

Así lo expresó Jocelyn Maimai, del tradicional almacén Don Pepe en el cerro Cordillera, quien dice que “volvieron a aparecer los turistas y los adultos mayores tienen mejores accesos a sus casas… a pesar de las fallas que ha tenido el ascensor, ya va tomando forma”.

Y es que son precisamente los vecinos quienes más celebran el funcionamiento de este medio de transporte. Para Berta Guerrero, adulto mayor que reside en el sector aledaño al funicular Cordillera, la mejora para su economía ha sido notable con la reapertura. “Los beneficios empiezan por la economía, porque para ir a una cuadra de la plaza Echaurren cobran $500, yo todos los días pago, porque ya no puedo subir la escalera, pero ahora funciona bien el ascensor y la economía es buena”, comenta.

En tanto, el ascensor Espíritu Santo, con más meses de funcionamiento, ya comprueba que su operatividad es fundamental para el sector.

Así lo reconoce Nelson Muñoz, del restorán El Mirador, uno de los tantos locales que se ubican al salir de la estación superior del funicular Espíritu Santo. “Desde que se abrió el ascensor, ha sido una cantidad de turistas extraordinaria, mucha gente. Nos hemos beneficiado porque obviamente que ingresa más gente, en un cien por ciento, por lo menos, tenemos mucha más afluencia de público”, comenta optimista.

Desde el municipio, el alcalde (s) Claudio Opazo comentó que el compromiso es con los vecinos y locatarios para mejorar el transporte y también el comercio local que se dinamiza con la operación de los ascensores.

Según Opazo, “estamos tranquilos por lo hecho en los ascensores, no ha sido en vano el esfuerzo que se hace día a día por parte de los funcionarios y de la municipalidad con el objetivo de poder mejorar la gestión de los ascensores, que siguen siendo fundamental en los traslados de los vecinos y vecinas de los sectores donde están ubicados”.

Sobre el aporte a los barrios aledaños a los ascensores, el alcalde (s) expuso que “hoy la municipalidad hace un esfuerzo por mantener un precio de $100, y como municipio generamos las condiciones para hacer ese esfuerzo y no trasladarlo a los usuarios, entendiendo que en la mayoría de los casos los usuarios ocupan este medio de transporte con el objetivo de hacer salidas diarias o volver a casa”.

Finalmente, Opazo anunció que “esperamos seguir incorporando ascensores, esperamos conseguir recursos y estamos trabajando en generar un modelo de gestión que pueda brindar un mejor servicio, tener distintas posibilidades de pago, de acceso”.

Por otra parte, los trabajos en el ascensor Concepción, cuya inversión es de $1.630 millones, aún se mantienen en curso. Los otros dos ascensores en obras, Monjas ($1.960 millones) y Villaseca (3.064 millones) tienen el término de obras programado para este año 2019.