En su primer día en el Palacio de Planalto, Jair Bolsonaro firmó un decreto en el que fija en 998 reales (US$ 263,6) el salario mínimo de los brasileños para 2019. Una medida que sería el punto de partida para una serie de anuncios que la nueva administración pretende hacer un ritmo frenético, según informó ayer el diario O Estado de S. Paulo.

Pocas horas antes de la ceremonia de asunción de Bolsonaro el martes en Brasilia, su ministro de Economía, Paulo Guedes, ya trabajaba en el análisis de seis a siete medidas propuestas por el expresidente Michel Temer que serán revisadas por el nuevo gobierno. De acuerdo con el diario paulista, la estrategia será anunciar “de dos en dos días” alguna medida de interés directo para la población y las empresas, con foco en la simplificación de los impuestos y la desregulación de la economía. Al respecto, O Estado asegura que estas iniciativas son consideradas como un “calentamiento y aperitivo” mientras se espera el reinicio de las sesiones del Congreso en febrero para el envío de las propuestas más “fuertes”, entre ellas la de reforma previsional, considerada como la “batalla mayor” del gobierno de Bolsonaro.

Al asumir ayer oficialmente la cartera de Economía, ocasión en la que refutó el título de “superministro”, Guedes dijo en su discurso que la reforma del sistema de pensiones, las privatizaciones y la simplificación de los impuestos serán los “pilares de la nueva gestión”.

De acuerdo con Guedes, Brasil fue “corrompido por el exceso de gastos” y el descontrol es hoy un mal mayor. A su juicio, la crisis fiscal es el principal obstáculo para el crecimiento del país desde hace al menos cuatro décadas. “Esta insistencia en el Estado como motor de crecimiento produjo esa expansión de los gastos públicos, corrompiendo la política y estancando la economía. Son dos hijos bastardos del mismo fenómeno. Brasil ha dejado de crecer por el exceso de gasto”, reiteró.

Así, para el nuevo ministro de Economía la primera y principal reforma para solucionar el problema es endurecer las reglas de la jubilación. “El sistema de pensiones es una fábrica de desigualdades. Quien legisla tiene las mayores jubilaciones. Quien juzga tiene las mayores jubilaciones. El pueblo brasileño, las menores”, dijo Guedes, citado por Folha de S. Paulo.

Se espera que el equipo económico presente hoy a Bolsonaro la propuesta de reforma previsional, informó O Globo. Para el ministro de Economía, si la reforma es aprobada, serán “10 años de crecimiento” sostenible por delante. “Es el primer y mayor desafío a ser enfrentado”, aseguró. Pero consciente de que el trámite legislativo de la reforma no será fácil (ayer el jefe de gabinete de Bolsonaro, Onyx Lorenzoni, sugirió un “pacto” por Brasil entre el gobierno y la oposición para aprobar las reformas), Guedes también presentó un “plan B”. Según O Globo, se trata de una Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) para lidiar con el descontrol del gasto: desindexar todos los gastos del Presupuesto, incluyendo salarios de funcionarios. En la práctica, esto abriría margen para que los beneficios previsionales y los salarios no se reajusten por la inflación. “Si esto falla (la reforma previsional), tenemos una PEC también, porque esos costos van a chocar contra el techo (de gastos)”.

En línea con su propuesta de un “Estado mínimo”, Guedes también explicó que su cartera impulsará las “privatizaciones aceleradas” y la “simplificación, reducción y eliminación de impuestos”. Al respecto, el ministro de Minas y Energía, el almirante Bento Albuquerque, prometió ayer avanzar en la privatización de Eletrobras. Tras el anuncio, las acciones ordinarias de la estatal subieron 20,72%.