Este miércoles, los dos chilenos condenados por homicidio en Malasia quedaron en libertad al salir de un centro de detención de Kuala Lumpur, pero no podrán abandonar el país hasta que se resuelva un recurso de apelación de la Fiscalía.

Felipe Osiadacz, de 27 años, y Fernando Candia, de 30, sentenciados a dos años de prisión por la muerte de un hombre el año pasado, fueron trasladados primero a un centro de inmigrantes y luego quedaron en libertad.

Fueron recibidos por diplomáticos de las embajadas de Chile y España, así como la madre y el hermano de Candia y la novia del chileno-español Osiadacz, que han seguido de cerca la mayor parte del juicio en los últimos meses.

Los chilenos cumplieron su condena de dos años, reducida a algo más de 15 meses, pero deberán permanecer en Kuala Lumpur hasta que se resuelva la apelación de la Fiscalía. Hasta ahora se desconocen los plazos.

La apelación de la Fiscalía ha sido una sorpresa para la defensa y expertos en derecho malasio afirman que su petición se limitará a que la pena ascienda a tres años de cárcel.