El Hogar de Cristo realizará una nueva versión de la cena Pan y Vino, encuentro que contará con la animación de la modelo María Eugenia Larraín y el actor César Caillet.

La cita tendrá como atracción principal la actuación del doble oficial de Luis Miguel, Elías Pizarro, y la música del reconocido cantante Fernando Ubiergo.

Junto a la invitación a luchar por un Chile más digno y justo, la institución convocó a socios, voluntarios, trabajadores y a toda la comunidad, a conmemorar la tradicional cena este jueves 15, a las 20:30 horas en Espacio Sporting Club, en Viña del Mar, donde se espera congregar a más de 800 personas.

El evento busca reunir fondos para mejorar la calidad de los 22 programas sociales presentes en la región de Valparaíso, que actualmente permiten la atención diaria de más de 944 personas, entre adultos mayores y personas en situación de calle.

Durante la cena, los asistentes podrán participar de bingos, remates y sorteos, que serán animados por «Kenita» Larraín y César Caillet, además de la participación de la bailarina brasileña, Flaviana Seeling y el periodista José “Manu” González.

También estarán presentes Catalina Vallejos, el periodista Andrés Alemparte, y el popular bailarín del programa de televisión «Rojo, el color del talento», Juan Francisco Matamala. A esto se sumará el show de Elías Pizarro, doble oficial de Luis Miguel, y el reconocido cantante Fernando Ubiergo, quienes al ritmo de la música darán cierre a la noche.

Para comprar la entrada debes contactarte con Rocío Serey al teléfono +5699554467 o solicitarlas al correo electrónico a rserey@hogardecristo.cl o ir al día del evento a Espacio Sporting Club Viña del Mar, ubicado en Los Castaños 404. La adhesión tiene un costo de $25.000 por persona.

Un poco de historia

Esta tradición comenzó en 1983, cuando diferentes personas ligadas al mundo empresarial, político, artístico y religioso, aceptaron la invitación del padre Renato Poblete Barth s.j., en ese entonces Capellán General del Hogar de Cristo.

A través de un sencillo menú conformado sólo por pan y vino, el sacerdote jesuita no sólo aprovechó la ocasión para darles a conocer la obra que esta Fundación –la principal obra de San Alberto Hurtado- tenía en ese periodo, sino también para comprometer su ayuda en beneficio de quienes vivían en condiciones de extrema pobreza.

La relevancia y el valor simbólico de la Cena Pan y Vino la han convertido en un encuentro anual impostergable para socios, trabajadores y voluntarios de la causa del Padre Hurtado.