Cuestionamientos al origen del millonario patrimonio que posee la máxima autoridad de la Catedral Evangélica, el obispo Eduardo Durán Castro, plantearon una serie de líderes de esta Iglesia, luego que se conociera que la PDI y la Fiscalía lo investigan por eventuales delitos de lavado de dinero o infracciones tributarias, según consigna esta jornada el diario La Tercera.

Por medio de este documento se supo que la policía civil tomó declaraciones, como testigos, al obispo Mario Salfate Chacana, de la Iglesia Metodista Pentecostal de Derecho Privado; y su par, Bernardo Cartes Venegas, de la Iglesia Metodista Pentecostal de Derecho Público; además de otros pastores.

El informe señala que «todos coinciden en que Durán, antes de ser pastor, era la persona de confianza del obispo Javier Vásquez Valencia, quien falleció en 2003, asumiendo luego como pastor de la Catedral (…) y, antes de ello, mantenía una vida económica regular, y no el millonario patrimonio que hoy posee».

De igual manera, el texto indica -según los entrevistados-, los ingresos «provienen generalmente de la Iglesia y sus fieles, pero se supone que están para la administración y crecimiento de la Iglesia y, en ningún caso, para el enriquecimiento de la persona natural que los dirige». Además, otros entrevistados señalaron que «cuestionan que sus ingresos sólo provengan del diezmo».

En cuanto al patrimonio de la autoridad religiosa, se informó que posee ocho vehículos y 12 propiedades, que tienen un avalúo fiscal de $1.152 millones, cifra que en el mercado podría duplicarse. Durán también posee dos oficinas cerca de la Catedral, las que están a nombre de su hijo, el diputado Eduardo Durán Salinas (RN), avaluadas en $357 millones y $335 millones cada una.