La Fiscalía General de Estados Unidos presentará cargos por delito de odio y buscará la pena de muerte para el autor de la matanza perpetrada este sábado 27 en una sinagoga de Pittsburgh, en Pensilvania, donde fallecieron 11 personas y otras seis resultaron heridas.

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, expuso que «estos crímenes son repugnantes de acuerdo a los valores de nuestra nación. Por ello, el Departamento de Justicia presentará cargos de delito de odio, así como otros, contra el acusado, incluyendo cargos que podrían llevar a la pena de muerte».

De esta manera, Rob Bowers, detenido tras disparar de manera indiscriminada contra los parroquianos de la sinagoga, al tiempo que gritaba que todos los judíos debían morir, se podría enfrentar a la pena máxima en los tribunales de justicia.

En rueda de prensa, el fiscal federal, Scott Brady, señaló que «Bowers será acusado de 29 cargos en total: 11 por asesinato de personas que estaban ejercitando su derecho a la libertad de credo y 11 por uso de arma de fuego para cometer asesinato. Todos estos cargos pueden ser castigados con la muerte».

Por el momento, debido a que no había cómplices ni aparente intención de propagar un mensaje específico, la investigación contempla los actos del detenido como «crímenes de odio» y no como un caso de terrorismo doméstico.

El presidente Donald Trump expresó a sus compatriotas que «no quiero que tengan que cambiar sus vidas por alguien que está enfermo y es diabólico. Tenemos nuestras vidas. Tenemos nuestras agendas y nadie nos las va a alterar».