En 2017, el Servicio de Salud Viña del Mar – Quillota (SSVQ) fue uno de los servicios que a nivel país logró más donantes: 15 personas, de las cuales 14 fueron gestionadas en el hospital Dr. Gustavo Fricke de Viña del Mar, lo que permitió no sólo beneficiar a pacientes locales, sino de otras zonas del país.

En este mismo establecimiento se reabrió hace un año el programa de Trasplante Renal, que lleva a la fecha 20 trasplantes de riñón realizados. A esto se suman 105 pacientes trasplantados de corazón desde el inicio de la iniciativa de trasplante cardiaco, desde 1998 hasta la fecha.

En este sentido, el hospital base viñamarino efectuó un llamado a comprometer a las familias con la donación de órganos. El Dr. Ernesto Aránguiz, jefe del programa de Cardiopatía Terminal y Trasplante Cardiaco, explicó que el esfuerzo «no tiene ninguna posibilidad de salir adelante si no existe un donante».

Continuó señalando que «no se trata de un insumo que uno pueda adquirir o comprar. Se trata de seguir la voluntad de alguien que, generosamente, definió quería hacer un bien, entregando sus órganos para que alguien más pueda seguir aprovechando la oportunidad que le dan las instituciones».

Romina Herrera, enfermera de Procura y Trasplante del centro asistencial, señaló que es importante que «este tema se converse en familia, que se sepa nuestra posición con respecto a la donación de órganos, y también nosotros conocer la postura respecto de la opción de ser donante».

Yasna Guajardo, con insuficiencia renal crónica, y quien el 19 de septiembre recibió un riñón de un donante de otra región, hizo un llamado a que «aprendan a quererse y las personas tomen conciencia, pero si uno muere y no se donan los órganos, se van a deteriorar y no van a servir de nada».

Cabe señalar que en Chile, 81 personas han sido donantes de órganos durante 2018, donde además se han realizado 229 trasplantes y hay 2.662 pacientes en lista de espera.