Señor Director:

El día lunes el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un informe aseguró que anualmente en América Latina y el Caribe el dinero publico (por ejemplo, recursos recaudados a través de los impuestos) malgastado bastaría para acabar con la pobreza extrema de toda la región. El informe concluía que la perdida alcanzaba los 220.000 millones de dolares cada año debido a «gestiones ineficientes». En Chile no es muy distinto el panorama cuando hablamos de «gestiones ineficientes» por parte de organismos dependientes del Estado, por ejemplo, TVN, entre los años 2014 y 2017 registró perdidas por 56.000 millones de pesos. Para que tengan claro, el gobierno de MB en 2016, inyectó a la señal nacional cerca de 100 millones de dolares, algo así como 66.000 millones de pesos.

Estos datos solo responden a que la ideología, en gran parte populista, que posee la izquierda en nuestro país y en América Latina, de gastar la plata ajena irresponsablemente, que ha sido entrega de manera obligada por parte de los ciudadanos terminará, probablemente, en una «gestión ineficiente».

La solución a este problema es que la esfera de acción del Estado sea lo mas pequeña posible, y que solo se limite a solucionar y fiscalizar posibles conflictos entre privados.  Esta medida propia del liberalismo clásico, defiende el derecho de propiedad y nuestras libertades individuales, de modo tal que mayor será la creación de riqueza y mejor su distribución, ya que las personas al encontrarse en perfecta libertad podrán perseguir su propio interés, dirigiendo ellos la actividad económica e invirtiendo su capital con cualquier otra persona, siempre y cuando se encuentren dentro del marco de la ley. 

Por estos motivos, a veces pareciera ser que el liberal es un enemigo del Estado que busca eliminarlo a toda costa, pero no, el liberal lo utiliza para resguardar los derechos y libertades individuales de todos.

 

Tomás Hennigs Díaz