El Colegio Médico de Chile acusó falta de información fidedigna respecto a las fuentes de polución y ausencia de medidas concretas que subsanen la situación en torno a los diversos episodios de contaminación que han afectado a las comunas de Quintero y Puchuncaví las últimas semanas.

A raíz de esta situación, le solicitaron al Gobierno «declarar zona de catástrofe» en la zona, lo que conlleva «suspender las faenas de las empresas presentes hasta que se establezca el origen de la fuga y se demuestre que ya no hay riesgo de emisión de ningún tóxico, incluidos aquellos expresamente prohibidos por el Protocolo de Montreal».

Por tal motivo, le recordaron al Ejecutivo que «la Constitución Política del Estado establece el Derecho a Vivir en un Ambiente libre de Contaminación, siendo deber de los organismos hacer cumplir este derecho, por lo que llamamos al Gobierno a enfrentar esta grave emergencia sanitaria, poniendo a disposición los recursos y medidas para terminar con la exposición de los habitantes de la zona».

Además, plantearon que «debe ser prioridad para las autoridades proteger a la población de mayor riesgo: menores de 15 años, embarazadas, adultos mayores y enfermos crónicos, hasta demostrar que ya no hay riesgo para la salud».

De igual forma, el Colegio Médico señaló que «se debe disponer de información fidedigna y permanente sobre los niveles de contaminación existentes en la zona, para lo cual se requiere equipamiento de monitoreo continuo que entregue información transparente y pública sobre todos los gases y sustancias tóxicas presentes en el ambiente.

Bajo esta petición indicaron que «requerimos homologar las normas chilenas sobre compuestos y elementos tóxicos a las normas vigentes de la OMS o, en su defecto, de la Unión Europea para aire, agua y suelos. Con suspensión y/o condicionamiento de permisos industriales, supeditado al cumplimiento de las nuevas normas».

Finalmente, pidieron «declarar emergencia sanitaria, con el fin de fortalecer la red de salud con recursos humanos e infraestructura. Además recomendamos el pronto establecimiento de un Centro de Salud Ambiental para la atención de la población expuesta durante décadas a tóxicos dañinos, con el fin de monitorear su condición de salud, puesto que mucho de los efectos de la exposición a estos tóxicos no se manifiestan en lo inmediato».