Un conflicto de poderes se generó en Perú tras la amenaza realizada por el presidente Martín Vizcarra respecto a disolver el Congreso, dominado por la oposición fujimorista, en caso de frenar sus reformas constitucionales para combatir la corrupción.

En un mensaje al país, el Mandatario del vecino país advirtió que si el Congreso frena sus reformas políticas y judiciales, que espera aprobar en un referéndum el 8 de diciembre, planteará la llamada «cuestión de confianza», norma constitucional que abre la vía para disolver el parlamento.

«Respetuoso de la Constitución (…), acudo a ella, poniendo como testigos a todos los peruanos e invoco la aplicación de su artículo 133 ‘Planteamos la cuestión de confianza al Congreso de la República’, para aprobar las cuatro reformas constitucionales presentadas al Congreso» en respuesta a un escándalo en el poder judicial», dijo Vizcarra.

La Constitución establece que el Gobierno puede «plantear ante el Congreso una cuestión de confianza (…) si la confianza le es rehusada, o si es censurado», mientras que el mandatario «está facultado para disolver el Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros», lo que no ha ocurrido hasta ahora.

El partido de Keiko Fujimori, que domina el legislativo, ha desestimado la urgencia de aprobar este año las propuestas de Vizcarra, que incluyen el fin de la reelección parlamentaria y restituir la bicameralidad en el Congreso, además de cambiar el procedimiento de designación y control de jueces.

Cabe señalar que en caso de disolver el Congreso, Vizcarra debe convocar a nuevas elecciones legislativas en cuatro meses más, escenario que la oposición no desea debido al alto nivel de desaprobación del parlamento (82%) y de Keiko (80%). Las elecciones legislativas y presidenciales deben efectuarse en 2021.