Luego que un grupo de encapuchados ingresara al Instituto Nacional para rociar con bencina a docentes y al rector del establecimiento, Fernando Soto, durante una recuperación de clases, la autoridad del plantel denunció que no cuenta con la facultad para sancionar a alumnos que cometan actos de violencia.

En conversación con el diario La Tercera, el rector analizó este hecho y valoró el proyecto anunciado por el Ministerio de Educación respecto a entregarles las facultades a rectores y directores de colegios para poder expulsar o cancelarles las matrículas a los estudiantes que cometan este tipo de acciones.

Al respecto, Soto señaló que la iniciativa «es un avance, pero no creo que resuelva todos los problemas. Esa aplicación de la norma que aparece inserta y que faculta a los directores para expulsar a aquellos alumnos que sean identificados y que hayan sido responsabilizados por actos de violencia extrema con connotación de delito no resuelve todo. Lo positivo es que se ha puesto el tema en el debate».

De igual forma, el rector señaló que «los padres deben ser los primeros responsables de la formación de sus pupilos. La institución escolar es un complemento a esa formación, así es que tienen ellos que dar cuenta de esa primera y fundamental responsabilidad».

Además, el rector del Instituto Nacional culpó a la Ley de Inclusión de que «hoy día, los colegios están impedidos de devolver a sus hogares a aquellos alumnos que entran a mitad de jornada, que llegan atrasados o que vienen sin el cumplimiento del manual de convivencia, en lo que se refiere a sus uniformes. Hoy la norma obliga a los colegios a resguardar siempre a los niños».

Finalmente, Soto sostuvo que «creo que las nuevas generaciones han leído con mucha atención cuáles son sus derechos, pero no han puesto la misma atención a cuáles son sus obligaciones (…) A veces hay muchos alumnos que mandan en sus hogares y las mamás o papás a veces no ponen la suficiente claridad y la más correcta orientación de cómo deben ser las pautas de comportamiento».