Este sábado 11 de agosto las manillas del reloj volverán a cambiarse. Cuando sea medianoche, la hora deberá adelantarse en 60 minutos, dando paso al horario de verano. Para lograr una mejor adaptación, el Dr. Enzo Rivera, neurólogo y director del Centro de Estudios del Sueño (CES) de Clínica Ciudad del Mar, entregó algunos consejos para evitar complicaciones.

Dificultades de concentración, cansancio, sueño durante el día, irritabilidad y mayor riesgo de accidentes laborales, son algunas de las manifestaciones que podría desencadenar el cambio de horario. Y es que con esta modificación, se ve alterado el ciclo del sueño, generando diferentes impactos en el organismo.

De acuerdo al Dr. Rivera, esto es un problema ya que normalmente el organismo se acostumbra a ciertos hábitos, y en el caso de dormir, comienza a prepararse para ir a descansar con algunas señales externas, como la disminución de la temperatura ambiental, falta de luz diurna y cansancio acumulado en el día.

Las consecuencias de adelantar el horario, a juicio del profesional, «se apreciarán en distintos escenarios, afectando sobre todo a escolares, personas que hacen turnos, quienes sufren de trastornos previos del sueño y quienes tienen patologías psiquiátricas; ellos recibirán el impacto de dormir una hora menos”.

En cuanto a los adultos, esta modificación horaria puede traer varias consecuencias negativas, como cefalea, somnolencia diurna, cansancio mayor, irritabilidad, errores en tareas que exigen concentración, fallas de memoria, accidentes laborales y caseros, entre otros.

En este sentido, el Dr. Rivera entregó una serie de recomendaciones para ajustarse a este nuevo cambio de horario de la mejor manera posible.

Consejos

– Ir a acostarse 10 o 15 minutos más temprano, pocos días antes del cambio.

– Evitar el consumo de alcohol, café y bebidas con cafeína antes de ir a dormir, además de no fumar.

– No dejar para las primeras horas de la mañana o las últimas de la noche tareas que requieran de máxima concentración o responsabilidad.

– Conservar las horas de comida según el horario antiguo e irlas cambiando lentamente, tomando de tres a cinco días para llegar al horario nuevo.

– No realizar ejercicios pesados antes de ir a dormir. Se recomienda practicar actividades como yoga o técnicas de relajación, entre otras.

– Dejar el dormitorio sólo para dormir y descansar. “Hay que evitar la exposición a pantallas como la TV o el computador”, recomienda el neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Enzo Rivera.