Durante los meses de abril, mayo y junio, el Índice de Evasión del Sistema de Transporte Público Metropolitano alcanzó un 25,5%, tres puntos menos que el trimestre anterior, cuando la cifra fue de 28,5%, y 5 puntos menos que la medición del mismo periodo del año pasado.

La disminución del índice puede explicarse por un aumento en el número de fiscalizaciones, las que se triplicaron respecto del trimestre anterior, como también por la entrada en vigencia del nuevo Registro de Evasores.

Esta base almacena el listado de quienes, tras haber sido detectados por los fiscalizadores, no cancelan sus multas. Quienes se encuentren en dicho registro no podrán renovar u obtener su licencia de conducir, permiso de circulación, pase escolar u otros instrumentos que permitan utilizar el transporte con rebajas tarifarias.

Además, la falta quedará anotada en la hoja de vida del conductor y la Tesorería General de la República puede retener el monto de las multas impagas, desde la devolución de impuestos a la renta.

La nueva ley antievasión, que entró en vigencia el 4 de junio pasado, entrega además mayor protección a los fiscalizadores y genera nuevos incentivos para facilitar el pago del pasaje.

De todos modos, el Ministerio de Transportes está trabajando en la revisión de la metodología para medir el Índice de Evasión, de manera que integre a todos los actores del sistema, como Metro y Tren Central, con el fin de determinar y evaluar políticas que ayuden a seguir disminuyendo la evasión.

La ministra Gloria Hutt valoró que «esto es un reflejo de los esfuerzos que hemos realizado para fortalecer los procesos de fiscalización y control. Es importante que la gente vaya tomando conciencia de que este es un servicio que se presta y debe ser pagado».