Banco de Chile reconoció que fue víctima de un ataque cibernético provocado por un propio funcionario de la entidad, quien logró sustraer $475 millones sin que nadie advirtiera el hecho.

Por ello, se querellaron por el delito de estafa en contra de Elías Lillo, quien consiguió claves y logró transferir la totalidad del dinero a la cuenta de su padre.

Lillo comenzó a ejecutar su plan desde mayo de 2017 y se extendió hasta mayo de 2018, siendo la última transferencia aquella realizada días antes del hackeo internacional que sufrió Banco de Chile, en el cual ciberdelincuentes robaron US$ 10 millones.

A través de una investigación interna, se determinó que el informático logró realizar diversas transferencias, bajo el mismo método, desde el año 2008, por lo que aseguran que la estafa podría superar incluso los $2.500 millones.

En total, el hombre realizó unas 35 transferencias desde la cuenta MB-Dólares-USA del Banco de Chile, usada por la entidad para realizar transacciones propias hacia el exterior.