A pesar de la mala fama que se le ha asignado, Mick Jagger, el mítico líder de The Rolling Stones, no se quiso perder la semifinal de la Copa del Mundo Rusia 2018 que disputaron Inglaterra y Croacia en Moscú.

Y es que el rockero se mostró contento en el palco del estadio Luzhnikí, lugar desde donde siguió todos los detalles del partido y desde donde alentó a su país para que consiguieran su pase a la final. Sin embargo, Croacia dijo otra cosa…

Los resultados no juegan a favor de la presencia de Jagger en los partidos de fútbol y desde Francia ’98 que el músico lleva en sus espaldas la «maldición” de “ser mufa”. En ese Mundial, con la presencia del músico en la platea, Inglaterra perdió ante Argentina por penales y quedó afuera en octavos de final.

En Alemania 2006, Inglaterra cayó ante Portugal y en Sudáfrica 2010 ni siquiera pasaron a octavos, tras perder con Alemania. En todas las oportunidades el Rolling Stones estaba en el estadio viendo a los británicos.

Las sospechas se reafirmaron cuando en Brasil 2014, el cantante decidió ir a apoyar a la verdeamarela (tiene un hijo con una modelo de aquel país), que ese día cayó por 7 a 1 contra Alemania.