La gobernadora de la provincia de Valparaíso, María de los Ángeles de la Paz, se reunió con representantes y gerentes de las productoras de eventos y de los locales que arriendan su espacio para fiestas masivas, con el objetivo de coordinar medidas conjuntas para disminuir la contaminación acústica durante la realización de este tipo de actividades.

La autoridad sostuvo que «hay que equilibrar el entorno con la actividad comercial. El derecho que tienen legítimamente los vecinos de tener una calidad de vida libre de contaminación, en este caso ambiental y acústica, y el derecho que tienen las productoras de realizar sus eventos masivos”.

Por ello, De la Paz organizó una primera capacitación preventiva sobre el Decreto Supremo 38 que regula la emisión de ruidos en vigencia desde el 2014, dictada por la Superintendencia de Medio Ambiente, para dar a conocer a productoras y administradores de centros de eventos los estándares de decibeles permitidos en los tipos de eventos, las exigencias del reglamento medioambiental, las posibilidades de acción, las herramientas a utilizar, entre otras características.

Al respecto, detalló que al momento que asumió el cargo se dio cuenta que “estaban aplicando una norma que en verdad no estaba vigente, que es una norma que se establece en 2012. Por lo tanto, para nosotros es fundamental que se adecúe el funcionamiento de estas fiestas, sobre todo en lo que dice relación con nuestra comunidad y con el reclamo de los vecinos en orden a los decibeles”.

Para ello, se anunció la pronta creación de un registro único de administradores de centros de eventos y productores, y la concentración de los requisitos que se deben cumplir en una carpeta modelo, que permita facilitar la solicitud de permisos para este tipo de eventos y la fiscalización del buen cumplimiento de la normativa.

Finalmente, la gobernadora destacó la buena disposición de los representantes de productoras y locatarios, con miras a fomentar la buena calidad de este tipo de actividad que resulta vital para el turismo de las comunas, pero respetando al mismo tiempo la sana convivencia con los sectores domiciliarios que están en el entorno de estos locales.