Con una misa en el Santuario de Santa Teresa de Los Andes, se conmemoró un nuevo aniversario de la tragedia ocurrida en el Complejo Fronterizo Los Libertadores al anochecer del 3 de julio de 1984, cuando una avalancha sepultó parte de las instalaciones, cobrando la vida de 27 personas.

En la eucaristía, celebrada por el padre Erwin Montoya, se destacó el rol de los servidores públicos de la Aduana, PDI y el SAG, que trabajaban en la frontera aquel día, recordando que esa vez, y actualmente, exponen su vida por cumplir con las funciones que les encomienda su rol.

Los hechos se desencadenaron luego que un temporal azotara la zona central durante varios días. Así, la noche del 3 de julio, mientras se mantenía cerrado al paso y los funcionarios cumplían con su turno en la zona de descanso, a la espera de la reapertura del complejo, una avalancha de nieve arrasó con parte de las instalaciones.

El director nacional de Aduanas, Claudio Sepúlveda, explicó que “ese sentimiento de solidaridad, de acompañamiento, de sentirse uno solo, de sentirse familia, me conmueve y es un llamado de atención para las generaciones futuras”.

El subdirector operativo de la PDI, Darío Ortega, comentó que “estamos muy contentos como institución de poder venir a saludar a los deudos de los mártires, que con su ejemplo nos dejaron una lección de vida, de valentía, de heroísmo y una lección de sacrificio».

Finalmente, para la jefa de la división de Asuntos Internacionales del SAG, Verónica Echeverri, “en esta ceremonia se ve la familia de los servicios, la familia al interior de la institución y la familia de la persona. Lamentablemente, por una tragedia, valoran estas cosas y eso se ve cuando uno participa en estas ceremonias”.