Siete años tuvieron que pasar para que un tenista chileno avanzara de ronda en un torneo Grand Slam.

Y es que con el triunfo de Nicolás Jarry en Wimbledon, ante el serbio Filip Krajinovic, se iguala lo realizado por Fernando González en 2011 ante el ucraniano Alexandr Dolgopolov.

El chileno, número 66 del mundo, superó con claridad al sembrado en el puesto 28 de la clasificación de la ATP, y logró clasificar a la siguiente fase tras vencer por 6-3, 3-6, 7-6 (5) y 6-4.

En el set definitivo, el nieto de Jaime Fillol mostró por qué está teniendo el mejor año de su carrera y logró sobreponerse a puntos de quiebre en contra, quebrar a su rival y quedarse con el partido en 157 minutos.

Ahora, la «Torre» deberá esperar lo que hagan Ricardas Barankis (96) y Mackenzie McDonald (103), ya que de esta pareja saldrá su próximo rival en el máximo torneo de tenis de Inglaterra.