El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, le declaró la guerra a las personas que realicen grafitis o rayados en lugares no autorizados de la comuna, a través de una iniciativa que responsabiliza a los padres, tutores o curadores de menores de edad que sean sorprendidos rayando paredes.

El que raya, paga. Éste es el objetivo del proyecto, que fue presentado al Congreso por el diputado Sebastián Torrealba (RN), y que tiene por objetivo entregarle facultades a los municipios de cobrar a quienes sean sorprendidos realizando estos rayados o grafitis.

El proyecto implica penas de cárcel de hasta 540 días y multas que van entre las 20 y 50 UTM (entre $950 mil y $2,3 millones). No obstante, si la acción se realiza en un inmueble patrimonial, la multa podría llegar a las 60 UTM ($2,8 millones).

De igual forma, la iniciativa indica que -en algunos casos- el tribunal puede conmutar la pena por trabajo comunitario, el que se deberá realizar por un periodo mínimo de seis meses.

El jefe comunal explicó que «al menos, el 80% de la multa debería ser a beneficio municipal, mientras que el 20% restante para la persona que denuncie el hecho».