Unicef denunció la práctica llevada a cabo por Estados Unidos, consistente en separar a niños inmigrantes de sus padres en la frontera con México y recordó que bajo cualquier circunstancia los menores de edad «deben estar siempre junto a sus familias».

La directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Foe, reconoció que «parte el corazón ver cómo niños, algunos de ellos bebés, que buscaban refugio en Estados Unidos, son separados de sus padres».

Según datos oficiales, cerca de 2.000 menores inmigrantes han sido separados de sus familias en la frontera con México en un plazo de seis semanas, debido a la política de «tolerancia cero» llevada a cabo por el presidente Donald Trump contra la inmigración ilegal.

Foe explicó que «los niños, sin tener en cuenta de dónde vienen o cuál es su estatus migratorio, son niños antes que nada. Los que no tuvieron otra opción que huir de sus hogares tienen el derecho a ser protegidos, tener acceso a los servicios esenciales y estar con sus familias, como cualquier otro niño».

Por su parte, el portavoz de Unicef, Christophe Boulierac, fue consultado hoy en rueda de prensa si la entidad tiene acceso a los centros donde están detenidos, sin embargo, la pregunta no tuvo respuesta.

Tampoco supo decir si la propia Foe, o algún otro alto cargo, ha solicitado visitar los centros donde están detenidos los niños.