Exactamente 1.432 días después de que Mario Goetze marcara el gol que le significó la cuarta estrella en la camiseta de Alemania, Rusia y Arabia Saudita saltarán al terreno de juego para inaugurar otro capítulo de la historia de la Copa Mundial.

Ninguno de los dos rivales llega a este encuentro en un buen momento de forma. Rusia no ha conocido la victoria en los siete últimos partidos amistosos que ha disputado desde que se impuso a Corea en octubre.

Por su parte, los dirigidos por Juan Antonio Pizzi han perdido tres amistosos seguidos, aunque, en su descargo, se han visto las caras con dos rivales de peso: Italia y Alemania, la defensora del título.

Ambos confiarán en llevarse una victoria del estadio Luzhniki para poner fin a la racha negativa que llevan registrada en las fases finales mundialistas: por un lado, Rusia no ha ganado ni un sólo partido en un Mundial desde 2002; y por otro lado, el último triunfo de Arabia Saudita en una fase final se produjo en Estados Unidos 1994.