La crisis por la que pasa la Iglesia Católica de Chile pasó a ser parte del trabajo llevado a cabo en el marco del X Sínodo de Santiago sobre jóvenes, fe y discernimiento vocacional.

Así lo dio a conocer el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Fernando Ramos, casi al concluir el segundo día del encuentro en el colegio Sagrados Corazones de Santiago.

El obispo precisó que esta actividad se desarrolla en el contexto de lo ocurrido la semana pasada en Roma, “que es también un tema que hemos integrado, escuchando a los jóvenes, a todos los sinodales que han estado participando en este encuentro”.

Además, Ramos volvió a reconocer que “estamos viviendo una crisis muy importante en la Iglesia Católica. Esta experiencia nos permite recoger lo que estamos viviendo como crisis, pero también proyectarnos hacia adelante, para renovar nuestra forma de vivir y nuestra forma de evangelizar».

Si bien, durante la jornada los sinodales profundizaron en los temas propuestos para el trabajo de la Asamblea, la situación actual de la Iglesia sigue mediando en los diálogos.

Al respecto, Daniela Nova, encargada de contenidos del sínodo, dijo que “ha habido críticas a la falta de transparencia y jovialidad en la Iglesia. Yo veo esta crisis con esperanza en nosotros, los jóvenes, que estamos dispuestos a criticar cuando hay que hacerlo y a hacer cambios con coraje, sin ningún miedo”.

Por su parte, Jonathan Muñoz, vicario parroquial de la comunidad San Gregorio, resaltó la necesidad de tener mayor cercanía con las víctimas de abuso: “Ha sido también un tiempo de escucha, que era para mí algo muy necesario”, añadió.

El X Sínodo de Santiago concluirá hoy, momento en que se entregarán las propuestas pastorales, las que deberán ser procesadas e incluidas en un documento final para la diócesis.