Todos los obispos chilenos pusieron sus cargos a disposición del Papa Francisco. Así lo dio a conocer esta jornada el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, Fernando Ramos, quien dio a conocer las conclusiones a las que llegaron tras las reuniones sostenidas con el Pontífice en el Vaticano.

Al respecto, el sacerdote aseguró que todos los presentes en la Santa Sede, pusieron sus cargos en manos del Santo Padre, por escrito, para que «libremente decida con respecto a cada uno de nosotros».

Junto a ello, Ramos dijo en representación de los obispos que «queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al pueblo de Dios y al país, por los graves errores y omisiones».

De paso, agradeció a las víctimas «por su perseverancia y su valentía, a pesar de las enormes dificultades personales, espirituales, sociales y familiares que han debido afrontar tantas veces en medio de la incomprensión y los ataques de la propia comunidad eclesial».

Los prelados también les pidieron que «imploramos su perdón y su ayuda para seguir avanzando en el camino de una curación y cicatrización de las heridas. Queremos restablecer la justicia y contribuir a la reparación del daño causado».

Este comunicado de los obispos se dio luego de tres días de reuniones entre los 34 obispos chilenos y el Papa Francisco, donde se analizó el informe presentado por el cardenal Charles Scicluna respecto a los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Chilena y por quienes ayudaron a encubrirlos.