En un partido no apto para cardíacos, Unión La Calera se quedó con el clásico provincial ante San Luis de Quillota, en partido disputado el mediodía en el estadio Lucio Fariña.

Y es que el encuentro tuvo de todo: goles, emociones, expulsados, lesionados, buen clima en el estadio y más de una polémica, principalmente por el actuar del árbitro Julio Bascuñán.

Si bien el encuentro comenzó favorable para los canarios, con gol de Boris Sagredo a los 29 minutos, los cementeros lograron darlo vuelta en la segunda mitad, y a última hora.

Todo se hacía cuesta arriba para los caleranos cuando al minuto 51 de partido, el árbitro expulsó a Ángel Rodríguez, quien pegó un codazo a un jugador quillotano, sin embargo, 10 minutos después Pablo Alvarado conectó de cabeza y equiparó el resultado.

Este gol sirvió de envión anímico para los cementeros, quienes comenzaron a generar diversas acciones de peligro, incluso una que debió ser sancionada como penal, pero que el juez del partido no cobró.

Al minuto 89, Gonzalo Abán aprovechó un error entre el portero Ignacio González y el defensor José «Pepe» Rojas, anotando de esta manera el gol que le dio la victoria a los rojiblancos

Finalmente, al minuto 94, Gerson Martínez fue expulsado por una violenta entrada, acción que le hizo perder la cabeza, ya que fue a buscar a su rival para golpearlo, debiendo ser controlado por sus compañeros. Tras ello, salió del campo de juego golpeando la publicidad estática y las puertas de acceso.

Con este resultado, Unión La Calera se consolidó en la tercera posición de la tabla, con 25 unidades, a seis del puntero (Universidad Católica). Por su parte, San Luis se quedó con 10 puntos, en la decimotercera fecha del campeonato nacional.