Este sábado 12 de mayo, cuando los relojes marquen la medianoche, en Chile -a excepción de la región de Magallanes- se deberá retroceder una hora, siendo éste el último año de vigencia del decreto supremo que estableció que entre 2016 y 2018 habría dos husos horarios: uno de invierno y otro de verano.

Para el experto en ciclos circadianos John Ewer, investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (UV), lo óptimo sería elegir un horario de acuerdo a la posición que nuestro país ocupa en el planeta.

Al respecto señaló que «lo mejor sería retrasarnos en dos horas y quedarnos con ese horario fijo todo el año. Eso permitiría que en el verano el sol se levante bastante temprano y un poco más tarde en el invierno y de esta manera vamos a levantarnos lo más despiertos que podamos y no vamos a sufrir ese cambio en la primavera, que es el más complicado”.

El Dr. Ewer explicó también que las personas son muy sensibles a la luz, “la que decide cuándo empieza el día», por lo que advirtió que «si el sol se levanta más tarde, nosotros nos despertamos más tarde».

Ewer cerró sus palabras diciendo que en la época del presidente Eduardo Frei tuvo sentido modificar el huso horario «por motivos energéticos», pero sostuvo que «eso ya no corre hoy». Sin embargo, indicó que «el cambio que vamos a tener este sábado va a ser bueno, en el sentido de que vamos a tener una hora más para dormir. Lo ideal sería igualar el huso horario de Lima».