Alrededor de 1.500 personas debieron evacuar sus viviendas, luego que el volcán Kilauea, en Hawái, entrara en erupción, enviando lava fundida a través del territorio que rodea al macizo.

Debido a la incertidumbre acerca del tiempo de la erupción, es que los funcionarios de la Gobernación decidieron activar las alarmas para comenzar las evacuaciones y asegurar los barrios residenciales.

No obstante a ello, funcionarios del condado hawaiano dijeron que el vapor y la lava emergían a través de una grieta ubicada en el sector de Leilani Estates, cercano a la ciudad de Pahoa, en la Isla Grande.

Las imágenes difundidas por los medios de comunicación mostraron que la lava era expulsada hacia la superficie desde una grieta en plena carretera. Por su parte, drones mostraron las líneas de lava a través de un bosque.

Las erupciones en las fisuras cesaron durante horas de la tarde, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que advirtió que “pueden registrarse fisuras eruptivas adicionales y nuevas emisiones de lava”.