En el marco de la celebración del 91 aniversario de Carabineros de Chile, el general director de la institución, Hermes Soto, entregó un balance de lo que ha sido el mes de su gestión.

En primer lugar, la máxima autoridad de la policía uniformada del país indició que «lo que el Gobierno espera con Carabineros es tener el derecho a vivir en un país más seguro».

Luego, tuvo palabras para los últimos casos de corrupción conocidos al interior de Carabineros, de los que dijo que «pondremos todo nuestro esfuerzo para colaborar con los órganos respectivos, para esclarecer estos hechos y lograr así las sanciones penales que merecen los responsables, por medio de las respectivas sanciones judiciales que se dicten».

En cuanto a las acciones que está llevando a cabo, explicó que se le recomendó iniciar un proceso progresivo de fortalecimiento de la acción preventiva, centrando el foco de la atención en el corazón de la institución: las comisarías.

«Estas son el centro neurálgico de todo nuestro accionar operativo, por lo que es indispensable contar con mayor personal en las calles, acrecentando la oferta de patrullaje y trabajando para la gente y con la gente. Por eso, en sólo un mes acrecentamos la fuerza operativa en 3 mil carabineros», dijo el general.

Otro de los puntos analizados por Soto dice relación con dos propuestas entregadas al Ministerio del Interior: la primera de ellas  es que la Contraloría General de Carabineros dependa del general director, y donde se incorporaría el Departamento de Asuntos Internos. La segunda, que la Subdirección general deje de existir y se creen dos subdirecciones: una de operaciones y otra administrativa.