martes 27 marzo de 2018 | Publicado a las 12:48 pm · Actualizado a las 12:48 pm
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Siga estos consejos para evitar intoxicaciones durante Semana Santa
Si los pescados y mariscos no se consumen bien cocidos, podrían provocar intoxicaciones digestivas producto de infecciones por virus, bacterias, parásitos y toxinas.
Algunos de los múltiples beneficios de consumir pescados y mariscos es que constituyen una buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales, tienen bajo contenido en grasas, y previenen enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, si no se consumen bien cocidos, podrían provocar intoxicaciones digestivas producto de infecciones por virus, bacterias, parásitos y toxinas.
Por ello, el infectólogo de clínica Ciudad del Mar, Dr. Marcos Huilcamán, explicó que «estos microorganismos pueden ser adquiridos por pescados y mariscos en su hábitat natural, como también durante el proceso de almacenamiento, por temperaturas inadecuadas, o durante su preparación, producto de infecciones cruzadas con otros alimentos”.
Dichas intoxicaciones alimentarias e infecciones, podrían llegar a comprometer la vida, producto de la deshidratación y las alteraciones electrolíticas secundarias. Por lo anterior es fundamental un tratamiento oportuno.
La recomendación del infectólogo es acudir a un centro de salud de urgencia, frente a los síntomas generados por estos parásitos, como vómitos, diarrea, fiebre, dolor abdominal intenso, incapacidad para tolerar la hidratación o alimentación oral, y decaimiento, entre otros.
Recomendaciones
– Comprar pescados y mariscos sólo en establecimientos certificados.
– Consumir estos productos bien cocidos.
– El jugo de limón no cuece los alimentos.
– Mantener estos alimentos siempre refrigerados.
– Antes de cocinar, lavarse muy bien las manos.
– Evitar la contaminación cruzada: mariscos y pescados crudos deben manipularse separados del resto de los alimentos. Luego, lavarse bien las manos y desinfectar los mesones y cubiertos utilizados.
Productos frescos
– En el caso de pescados, recomiendan tomar en cuenta que los ojos sean brillantes, que tengan agallas rojas, carne firme y resistente a la presión (al apretar con un dedo, no debe desarmarse), branquias rosadas y olor a algas.
– En caso de mariscos, estos deben estar vivos al momento de comprarlos, lo que se nota cuando la concha/caparazón está semi-abierta y se cierra al contacto.