En un encuentro sostenido hoy en la Corte de Apelaciones de Concepción, la ministra en visita, Carola Rivas, otorgó acceso total al sumario de la causa a los familiares de Jorge Matute Johns.

En la reunión, la ministra entregó a la madre de joven universitario el informe investigativo que hasta ahora se mantenía en reserva y en el que se clarifica que el deceso de Jorge Matute fue producto de la ingesta del fármaco pentobarbital, suministrado por personas que buscaban que perdiera la conciencia para abusar sexualmente del joven.

A través de evidencias científicas y testimoniales, la ministra Rivas descartó las tesis sustentadas en una primera etapa por Carabineros y la PDI –que apuntaban a una golpiza– y centró la investigación en el suministro del fármaco para inhibir su voluntad y agredirlo sexualmente.

La ministra explicó que el 2 de abril de 2015, tuvo acceso a la tesis desconocida, denominada «Hoja de Parra» –la que no estuvo en conocimiento de los jueces que llevaron la causa–, que fue desechada por la PDI a pocos días de la desaparición del universitario, y que estuvo 15 años guardada en una carpeta en dependencias policiales.

La magistrada detalló que la mayoría de los involucrados actuaba individualmente, no de forma concertada; tenían una doble vida y buscaban tener sexo homosexual de modo casual y anónimo, aprovechando que los jóvenes se encontraban privados de sentido.

«Esta línea incluso nos llevó a cuatro víctimas de situaciones semejantes: perdieron la conciencia por haber aceptado un trago y amanecieron al día siguiente en un departamento, su casa o en diferentes lugares sin saber cómo llegaron ahí, pero con evidencias de haber sido violentados sexualmente», aseveró Rivas.

En dicho expediente se hacía mención a un total de 19 sospechosos (número que después se redujo a 12), pero que no fueron investigados por el comisario Carlos Stuardo, quien llevó la indagatoria los primeros 10 días, y recopiló antecedentes de personas de orientación homosexual, por lo general mayores y con recursos económicos, que para obtener sexo casual emborrachaban o introducían drogas en los tragos de los jóvenes, principalmente en discotecas alejadas de Concepción, lugares en que luego les ofrecían trasladarlos en sus vehículos.

La ministra Rivas explicó que a 18 años de ocurridos los hechos –con siete de los 12 sospechosos muertos y los cinco vivos descartados– y con testigos inubicables o no identificados en 1999, es difícil reconstruir la verdad y las responsabilidades, algo que sería diametralmente opuesto si se hubiera profundizado en la línea de investigación desechada.

«Lo que tenían a 10 días de fallecido Matute calza y enlaza perfectamente con lo que a nosotros, 15 años después, nos entregó un resultado científico: a Jorge le dieron un fármaco en un trago para que perdiera la conciencia. Eso fue relatado por dos testigos a los días de desaparecido Matute y no obstante eso, no se generó línea de investigación, ya que fue desechada por el comisario Arenas», resaltó.