Este mediodía, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado de la primera dama, Cecilia Morel, y las autoridades del Gobierno, asistieron a la «Oración Ecuménica por el pueblo de Chile».

La actividad se realizó en la Catedral Metropolitana, lugar donde las autoridades religiosas le desearon éxito al Gobierno entrante para que repercuta de manera positiva en la ciudadanía.

Durante su homilía, el cardenal Ricardo Ezzati, sostuvo que «a los pobres, afligidos, desposeídos, a los misericordiosos, a los limpios de corazón, a los que trabajan por la paz, a los perseguidos, las bienaventuranzas abren las puertas de tiempos mejores, porque el reino de los cielos les pertenece».

También indicó que «la felicidad de Chile, hogar de todos, dependerá del esfuerzo que juntos despeguemos unos en favor de los otros, por el bienestar común, por la dignidad de los más vulnerables».

Ezzati concluyó diciendo que «el país no puede cerrar los ojos frente a quienes reclaman una digna y pronta atención para su salud, a los privados de libertad, a los adultos mayores, a miles de migrantes en busca de horizontes mejores y de una forma especial por los hermanos mapuche y otros pueblos originarios».