En cadena nacional, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, entregó algunos detalles del proyecto de Nueva Constitución que será firmado este martes 6 de marzo en La Moneda.

Al respecto, la Mandataria comenzó explicando los motivos para dar este anuncio, diciendo que «hoy tenemos un texto constitucional ilegítimo en su origen, con un conjunto de reformas válidas, pero sin coherencia con el resto de las disposiciones. Tenemos el deber de aspirar a más.

Por tal motivo, aseguró que el proyecto que enviará se «hace cargo de las demandas ciudadanas por una sociedad más equitativa, donde la dignidad de todos está mejor protegida. Una Constitución para que todos los chilenos vivamos en paz, con derechos garantizados y con instituciones respetadas y eficientes».

Así, el texto modifica sustancialmente la Constitución vigente, pero mantiene muchas de sus disposiciones, casi todas las introducidas en las reformas después de 1989 y muchas de las cuales provienen del texto de 1925.

En ese sentido, Bachelet explicó que la iniciativa «se hace cargo de la desprotección de sus derechos en que vive la enorme mayoría de los chilenos. En consecuencia, establece nuevos derechos y amplía, aclara, perfecciona y garantiza los derechos y garantías ya establecidos en el texto vigente».

Además, «establece la inviolabilidad de la dignidad humana y el respeto y protección de los derechos humanos. Así de claro, corrigiendo una tremenda omisión del texto actual».

También explicó que la iniciativa «establece los derechos de los niños, las niñas y de los adolescentes; el derecho a la personalidad, a la participación, a la información, a la vivienda, al trabajo, o a la gratuidad en la educación. Amplía el derecho al debido proceso, el derecho a huelga, al ejercicio de los derechos políticos, el derecho a la libertad individual y a la seguridad personal», entre muchos otros.

Finalmente, la Mandataria expuso que «esta Constitución se hace cargo de una deuda histórica: el reconocimiento constitucional de nuestros pueblos originarios, con sus derechos, su identidad y su cultura y su legítima aspiración de tener una representación en el Congreso Nacional.