El próximo 25 de febrero se conmemora el Día Mundial del Implante Coclear, un aparato electrónico que devuelve la audición a aquellos pacientes con pérdida severa o total y que no se benefician de los audífonos convencionales. Esta tecnología se implanta por medio de un procedimiento quirúrgico en el oído interno, en la cóclea y tiene un componente externo que se activa tras la cirugía.

Ésta fue la operación a la que se sometió Panchito, un niño de 2 años, de la región de La Araucanía, que padece hipoacusia profunda, es decir, está casi sordo desde que nació.

Panchito recibió un implante coclear bilateral en el hospital Clínico de la Universidad de Chile y la activación del primer implante se realizó a fines de 2017 en los Centros Auditivos GAES.

Con la primera activación del dispositivo pudo escuchar algunos sonidos, lo que lo hizo sentir la música, algunos esbozos de aprender a bailar y logró poner atención a los dibujos animados. Con la segunda calibración realizada en forma reciente, logró la claridad auditiva para escuchar con nitidez las voces de sus familiares.

Aprenderá a hablar

Con la activación de ambos implantes cocleares, Panchito aprenderá a hablar en el plazo de dos años y posteriormente podrá insertarse en el sistema de educación como cualquier niño.

Luciano García, fonoaudiólogo de los Centros Auditivos GAES, explicó que los implantes cocleares se componen de dos partes: interna y externa, donde la primera está formada por una placa receptora-estimuladora y por unos electrodos que el cirujano introduce mediante una intervención quirúrgica.

Continuó explicando que «la parte externa está compuesta principalmente por el procesador de sonido, la bobina, los micrófonos y el sistema de baterías. Al contrario que los audífonos, no amplifica el sonido, sino que lo convierte en una señal eléctrica que transmite directamente al oído interno y el nervio auditivo».