Durante la última semana, el debate público ha estado marcado por la discusión de diversos temas valóricos, tales como la restitución de la pena de muerte y la aplicación de la eutanasia, entre otros temas.

En este marco se desarrolló la versión 213 de la encuesta Plaza Pública Cadem, que arrojó que un 68% está de acuerdo con la eutanasia, tres puntos más en comparación a julio del año pasado y 11 puntos más si comparamos con el inicio de la serie en noviembre de 2014.

Por su parte, un 65% de los consultados dice estar a favor de que se restablezca la pena de muerte para los delitos más graves, evidenciándose un incremento de cuatro puntos en relación a julio del año pasado.

A su vez, un 72% (+3 puntos) está de acuerdo con la píldora del día después como método anticonceptivo, un 45% (-3 puntos) está a favor de legalizar el consumo recreativo de marihuana para mayores de 18 años y un 45% (-1 punto) con las relaciones sexuales entre adolescentes.

Junto a ello, sólo un 38% (-6 puntos) dice estar de acuerdo con que menores de edad que quieran modificar su identidad de género puedan cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil, un 31% (-2 puntos) con la pornografía para adultos, un 22% (-1 punto) con que una persona tome la decisión de suicidarse y un 22% (+2 puntos) con las pruebas médicas en animales.  

Aborto

En otros temas valóricos presentes, se mantienen las tendencias en torno al aborto. Así, un mayoritario 59% afirma que la mujer tiene derecho a realizarse un aborto bajo determinadas circunstancias específicas, un 21% bajo cualquier circunstancia y sólo un 18% bajo ninguna circunstancia.   

Siguiendo con lo anterior y de la mano de la actual legislación, un 77% cree que una mujer tiene derecho a realizarse un aborto cuando su salud está en riesgo a causa del embarazo, un 76% cuando la mujer ha quedado embarazada debido a  una violación y un 72% si es que existe una alta o total probabilidad de que el feto no sobreviva.

Por otro lado, un 54% cree que la mujer no tiene derecho a realizarse un aborto si existe la probabilidad que el bebé nazca físicamente discapacitado y un 73% afirma lo mismo en el caso de existir dificultades económicas para la mantención del nuevo hijo.