Luego que el fiscal jefe de Alta Complejidad de la región de La Araucanía, Luis Arroyo, presentara una querella contra funcionarios de la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar) por presuntas filtraciones que su abogada asistente realizó en favor de un imputado de la «Operación Huracán», el fiscal nacional, Jorge Abbott, se refirió a lo ocurrido.

En primer lugar, cabe indicar que Arroyo explicó en el documento legal presentado que los uniformados de Inteligencia realizaron un «montaje de pruebas contra su asistente», luego que no aceptara utilizar herramientas irregulares para tener éxito en investigaciones de la zona sobre violencia rural.

Al respecto, el jefe del Ministerio Público indicó que «se abrió la investigación el 28 de diciembre por falsificación de instrumento público y obstrucción, querellándose contra los responsables. Esto nos parece gravísimo y es algo inédito en la historia de la reforma. La investigación fue cerrada porque los argumentos entregados para imputar a los ocho comuneros tienen serias irregularidades».

Además, Abbott aseguró que «es primera vez que la Fiscalía cuenta con información de investigaciones que se realizan al amparo de la Ley de Inteligencia. Son investigaciones de las cuales la Fiscalía no ha tenido el control de su información».

El persecutor nacional expuso también que «se trata de un hecho aislado» y que «es primera vez que ocurre». Por último, Abbott dijo que «el Ministerio Público no tiene mayores facultades, lo que obtiene es información entregada por la policía y la que levantada al amparo de la Ley de Inteligencia. Nos encontramos con una situación absolutamente irregular, pero no se puede dudar del sistema».