Por 18 votos a favor y cinco abstenciones, la Sala del Senado respaldó las enmiendas introducidas por la Cámara de Diputados al proyecto de ley que elimina el aporte fiscal indirecto para las instituciones de educación superior, estableciendo una regulación transitoria para el año 2017.

Con esto, se elimina el Aporte Fiscal Indirecto (AFI), creado el año 1981 para aumentar la calidad de la educación superior, a través de la competencia entre las instituciones para captar a los mejores alumnos.

No obstante, en la actualidad ha caído en desuso y se ha transformado en una herramienta regresiva, según consta en el texto legal, ya que beneficiaría a los alumnos de mayores recursos del país.

Cabe indicar que el proyecto de ley tiene por objeto buscar una mejor distribución de los recursos destinados a financiar la educación superior, dejando sin efecto el aporte fiscal AFI, en virtud del cual, los recursos que para estos efectos se otorgan anualmente en la ley de presupuesto, se reparte entre las instituciones de educación superior donde se hayan matriculado los 27.500 mejores puntajes de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) de cada año. En la práctica este aporte beneficia principalmente a alumnos provenientes de los hogares de mayores ingresos del país y de establecimientos particulares pagados.

Debate

Durante el debate, los senadores Ena Von Baer (UDI) y José García Ruminot (RN), aseguraron que «se está perjudicando a las universidades regionales y a las del G9», además de criticar que «no se repone ningún beneficio para retener a los alumnos en las regiones».

Por su parte, el senador Juan Antonio Coloma (UDI) manifestó que el fondo del proyecto «es malo» y no ha sido reemplazado. En otro orden, el senador Fulvio Rossi (IND ex PS) precisó que «llama la atención que exista focalización de recursos públicos regresivos, porque se estaría privilegiando a estudiantes de altos ingresos».