Fruto de una promesa de Bernardo O’Higgins a la Virgen del Carmen, la construcción del Santuario Nacional de Maipú comenzó en 1818, pero no terminó hasta 1974 cuando fue inaugurado con su actual estructura y el nombre de Templo Votivo de Maipú.

En la actualidad, se ha convertido en uno de los focos de peregrinación más importantes del país y cada 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, miles de fieles llegan al lugar para mostrar su devoción a la patrona de Chile.

En pleno proceso de Independencia, el ejército chileno se encomendó a la Virgen del Carmen para que intercediera ante el avance de las tropas realistas.

En agradecimiento, O’Higgins comprometió construir una iglesia en homenaje a la patrona en el mismo lugar donde se libró la Batalla de Maipú, decisiva en la independencia del país, y puso la primera piedra de la edificación.