El sacerdote jesuita, Felipe Berríos, se refirió a la presencia del obispo de Osorno, Juan Barros, en la «Misa por la Paz y la Justicia» celebrada por el Papa Francisco en el parque O’Higgins de Santiago ante más de 400 mil personas.

La transmisión oficial mostró en reiteradas ocasiones al sacerdote, quien es acusado de encubrir los abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima mientras era el secretario personal del cura condenado por el propio Vaticano.

Al respecto, Berríos indicó que «así como es una provocación que ciertos grupos provoquen violencia, también es provocación la presencia de Barros entre los obispos. Creo que con todo lo que ha dicho el Papa Francisco, debió haber tenido cierta dignidad y no haber ido».

Argumentó sus palabras diciendo que asistir a la «Misa por la Paz y la Justicia» deja al Sumo Pontífice «en una situación muy complicada, porque es violento que esté ahí, a mí me violenta porque contradice lo que el Papa Francisco dijo en La Moneda».

Finalmente Berríos sostuvo que «Karadima representa a la Iglesia del clasisimo, de la prepotencia, de los abusos de poder y de los abusos sexuales. Y Barros fue el secretario de Karadima, y por eso ha provocado esa división en Osorno. Es una falta de delicadeza que no renuncie y que se presente en público porque deja al Papa en una situación incómoda y también a los curas porque me molesta estar hablando de él».