Un grupo de 10 niños, cuyos padres han sido deportados o están amenazados con una deportación, demandaron en un tribunal federal de Miami al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por daños y privaciones “graves e irreparables”; esto, al ser separados de sus familias.

Los menores, en su gran mayoría de padres latinos, solicitaron la implementación de una acción diferida que le permita a sus progenitores permanecer legalmente en el país norteamericano o, si ya han sido deportados, autoricen su regreso.

La demanda tiene lugar en momentos en que el controvertido Mandatario es fuertemente criticado por sus políticas de mano dura con la inmigración, las que han dejado en el limbo a cientos de miles de personas que durante décadas permanecieron ahí de manera legal.

La demanda fue presentada por la activista de inmigración, Nora Sándigo, designada por los padres de estos menores de edad como guardiana legal de sus hijos.

Sándigo, quien tiene una fundación y ayuda a los inmigrantes con comida y alimentos, es guardiana de cerca de 1.250 niños, cuyos padres han sido deportados o temen serlo.