Tal como aconteció el pasado 24 de octubre ante el Wolverhampton por la Copa de la Liga, el portero y capitán de la Roja, Claudio Bravo, se transformó en la gran figura del Manchester City al contener un disparo desde el punto penal clave ante el Leicester City, lo que le validó el pase a la semifinal del torneo.

Tras la brillante tapada, todos los compañeros del chileno corrieron a abrazarlo, desatándose el júbilo entre los jugadores y la hinchada que aplaudían y vitoreaban el nombre del criticado guardameta chileno.

Justamente, uno de los que compartió su alegría con el capitán de la selección chilena fue su propio director técnico, el español Pep Guardiola, abrazando por la espalda a Bravo, quien, al ver el gesto de su entrenador, cambia notablemente su semblante, dejando atrás la risa que compartía con la fanaticada.

Esta imagen ha dado la vuelta al mundo, abriéndose paso a la especulación respecto a una eventual mala relación que el portero tendría con su estratega, quien lo ha relegado a un segundo puesto en la Premier League y en la Champions League, en desmedro del joven arquero brasileño, Ederson.

Mira el video: