El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, dando marcha atrás a décadas de una diplomática cautelosa de Washington sobre un tema que es considerado como «sensible» entre la comunidad de Medio Oriente.

De paso, el Mandatario ignoró todas las advertencias realizadas por los líderes de la región.

Trump ordenó que se prepare el traslado de la embajada estadounidense de Tel-Aviv a Jerusalén, pero este movimiento podría demandar “varios años”, según informó un funcionario de gobierno anónimo a la agencia AFP.

Finalmente, esta fuente aseguró que Trump no establecerá un calendario para llevar a cabo la mudanza de la sede diplomática.