A poco más de un mes de arribar a Chile, las familias de refugiados sirios manifestaron su intención de irse del país debido a la agresión que sufrió una mujer del grupo que fue atacada por un sujeto en Macul, quien intentó quitarle el hiyab (velo) y la empujó, lo que le provocó un aborto espontáneo.

A raíz de esto, el grupo de refugiados se organizaron e iniciaron una protesta en la sede local de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en la comuna de Vitacura, lugar donde incluso han pernoctado para manifestar su intención de irse de Chile.

Uno de los manifestantes indicó a radio Cooperativa que «nos habían prometido que estaríamos tranquilos, que no tendríamos mayores problemas, pero eso no pasó. El ataque a nuestra compatriota nos dejó preocupados y desilusionados, pensamos que estaríamos tranquilos».

Continuó su relato explicando que «venimos de un país violento y encontrarnos con esto fue chocante. Lo único que queremos es tranquilidad. No queremos comida, no queremos que nos traigan nada, lo único que queremos es salir de Chile».