Nombres completos, correos electrónicos, números de teléfono y el detalle de trayectos y desplazamientos de más de 57 millones de usuarios de todo el planeta. Esos son algunos de los datos personales que un grupo de hackers robó a Uber durante el año 2016 y que la compañía acaba de reconocer públicamente.

El alcance del ataque informático que sufrió esta popular aplicación aún no ha sido detallado por esta empresa que, en Chile, tiene más de 2 millones de usuarios.

Marcelo Drago, presidente del Consejo para la Transparencia, explicó que «esta filtración de datos de millones de personas repone la urgencia que tenemos como país de ponernos al día en nuestra legislación sobre la protección de datos personales. Nuestra norma es débil y de otra época, pues data de 1999 y no se condice con la masiva utilización de redes sociales o el tráfico de bases de datos».

A su juicio, Chile “necesita una ley efectiva, moderna y de estándares que protejan nuestros datos personales” y advirtió que, si bien existe un proyecto de ley actualmente en tramitación en el Congreso, “es insuficiente y no cumple con los estándares de la Unión Europea”.

Drago finalizó explicando que una de sus principales falencias se relaciona con el tratamiento de los datos privados y la nueva institucionalidad, pues se propone la creación de una agencia perteneciente al Ministerio de Hacienda.