Considerado uno de los criminales más peligrosos de Estados Unidos, Charles Manson falleció en la cárcel a los 83 años donde cumplía la pena de cadena perpetua.

El sujeto fue el gurú psicópata que ordenó asesinatos como el de la actriz Sharon Tate, cuya brutalidad conmocionó al país y al mundo. Además, a fines de los ’60 ordenó a sus discípulos matar al azar a los habitantes de barrios ricos y blancos de Los Ángeles, con la esperanza de desatar una guerra racial.

Los adherentes de Manson cometió al menos nueve asesinatos, pero fue el espiral de violencia de los días 9 y 10 de agosto de 1969, con siete muertos, lo que más marcó a los estadounidenses.

Cabe recordar que Sharon Tate era la mujer del cineasta Roman Polanski, que entonces tenía 26 años y estaba embarazada de ocho meses y medio.

Presentado durante su largo juicio como «un loco solitario dotado de una impresionante capacidad de persuasión», Manson se presentó al proceso con una cicatriz en forma de esvástica en la frente.

En 1971 fue condenado a la pena de muerte junto a cuatro de sus discípulos, las que posteriormente fueron conmutadas por cadena perpetua.