Un incómodo momento vivió la presidenta de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jacqueline van Rysselberghe, cuando llegó a votar al Centro Integrado de Educación Diferencial de Concepción.

Cuando le tocó su turno para ejercer su derecho, la senadora por la región del Biobío recibió el desaire de dos vocales de mesa, quienes se negaron a atenderla, yéndose a un costado alejado de su mesa.

Tras esta acción, tuvieron que llegar otros dos vocales a cumplir con el trámite de entregarle la papeleta, esperar que vote y posteriormente que lo deposite en la urna.

Al respecto, la jefa del gremialismo sostuvo que»si a uno le toca participar como vocal de mesa, ojalá tengamos la voluntad de hacerlo para poder cuidar la democracia que hemos construido entre todos».

Finalmente, Van Rysselberghe dijo que «no sé si es una falta de respeto, quizás tenían sus razones. Yo no soy quién para juzgar».