Ahogada por una severa crisis económica, Venezuela cayó en default parcial, luego de que no lograra pagar 200 millones en sus bonos globales, según lo declaró la agencia calificadora Standard & Poors.

La agencia S&P sostuvo que «hemos bajado dos calificaciones a ‘D’ (default), y bajamos la calificación de la deuda soberana en moneda extranjera a largo plazo a ‘SD’ (default parcial)».

La declaración de cesación parcial de pagos se produjo tras una reunión que celebró el gobierno con acreedores, a quienes no ofreció un plan concreto para la renegociación de la deuda de Venezuela y su petrolera PDVSA, de unos 150.000 millones de dólares.

Aunque la cita, que duró apenas unos 25 minutos, fue considerada como «exitosa» por el gobierno de Nicolás Maduro, los acreedores salieron decepcionados.

A través de un comunicado explicaron que «se inició con rotundo éxito el proceso de refinanciamiento de la deuda externa (…) como estrategia para cumplir cabalmente con nuestras obligaciones».

Cabe recordar que el presidente Maduro anunció el 2 de noviembre que su país buscaría «refinanciar y reestructurar» la deuda, debido a una «persecución financiera» comandada por Estados Unidos. «El default nunca llegará», afirmó el domingo.