En el Palacio de La Moneda, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, conmemoró el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, que recuerda los 500 años desde que Martín Lutero dio inicio a la Reforma Protestante.

Esta ceremonia cobró mayor relevancia debido a que fue la primera actividad pública de la Gobernante donde se reencontró con las iglesias evangélicas luego del polémico Te Deum del pasado 11 de septiembre, donde criticaron fuertemente la agenda valórica del Gobierno y, además, insultaron a Bachelet en el ingreso a la Catedral.

En su intervención, la Mandataria destacó que estar «reunidos para celebrar el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes es una muestra de cómo las puertas de nuestra institucionalidad están abiertas y acogen a todas las expresiones ciudadanas inspiradas en el respeto a los demás”.

También se valoró el legado del protestantismo en el país, recordando la creación del Cementerio Disiente en el cerro Panteón de Valparaíso y la del Patio de los Disidentes en lo que hoy es el Cementerio General de Santiago, en 1854.

Finalmente, la presidenta Bachelet enfatizó que “el diálogo democrático entre las personas ha sido el entramado que ha sostenido a nuestro país, y en él nos apoyamos para hacer de Chile una sociedad más abierta, respetuosa y protectora de las personas, particularmente las más vulnerables».